Visita al Centro de Control de una de las actuaciones urbanísticas más importantes ejecutadas en los últimos años en la capital del país
Entre los años 2004 y 2007 Madrid acometió uno de sus proyectos más importantes: la transformación de la M-30 con el objetivo de mejorar la ciudad como centro de actividades económicas, culturales, educativas y de ocio. El resultado fue Madrid Calle 30: una infraestructura renovada y subterránea en buena parte gracias a más de medio centenar de kilómetros de túnel.
Ferrovial forma parte de EMESA, el consorcio encargado de la operación, conservación y mantenimiento de las infraestructuras de Madrid Calle 30, así como sus alrededores, puentes, zonas verdes, etcétera.
La compañía, además, tiene en Australia uno de sus mercados más importantes, especialmente tras la compra de la compañía australiana Broadspectrum en 2016. Entre otros proyectos de infraestructuras en el país oceánico se encuentra el Western Roads Upgrade de Melbourne, la autopista Pacific Highway o la transformación en "inteligente" de un tramo de 40 kilómetros de la autopista M4 en Sídney.
Manuel Costa, director de Asuntos Institucionales de Ferrovial, y Salvador Urquía, director de Infraestructuras de Ferrovial Servicios, recibieron a los Líderes en el Centro de Control de Túneles de Calle 30, desde donde se controla la circulación de vehículos y todos los sistemas necesarios para asegurar el correcto funcionamiento de unas instalaciones por las que circulan 638 millones de personas cada año.
Los Lideres se interesaron por numerosos aspectos de esta infraestructura, desde su coste de construcción hasta la densidad de tráfico, pasando por los KPIs de la gestión de EMESA o los beneficios que ha supuesto para la ciudad: reducción del tráfico en superficie, menos atascos y, por tanto, una menor emisión de CO2 y, también, una reducción en los niveles de siniestralidad. Además, el soterramiento de la parte sur de la Calle 30 ha permitido conectar barrios aislados y construir Madrid Río, un parque de 130 hectáreas paralelo al río Manzanares que ha revitalizado toda esa parte de la ciudad.
Posteriormente, los Líderes descendieron hasta uno de los túneles a través de uno de los conductos de ventilación y estudiaron los pasillos auxiliares, las conexiones entre túneles y el túnel de servicio inferior. Para terminar la visita, el grupo visitó Madrid Río donde comprobaron hasta qué punto un proyecto de las características de Madrid Calle 30 puede modificar el aspecto de una parte de la ciudad y la vida de sus habitantes.