Visita de los Líderes a una de las infraestructuras portuarias más importantes de Europa
Con una historia que se remonta a la época del Imperio Romano, el puerto de Barcelona es, actualmente, uno de los más importantes de Europa y el Mediterráneo. Su director comercial, Lluís Paris, presentó a los Líderes las cifras más importantes de esta infraestructura, denominada por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, como “una de las joyas de la corona de nuestro sistema portuario español”.
No en vano el puerto es uno de los que cuenta con mayor potencial de crecimiento de la región y que, en estos momentos, mueve el 22% del comercio marítimo español. Es, también, el primer puerto del Mediterráneo, y cuarto del mundo, en cuanto a tráfico de cruceros.
Durante su presentación, Lluís Paris destacó la posición geográfica de Barcelona, que resulta atractiva a compañías preocupadas por reducir su huella de carbono. Gracias a sus conexiones ferroviarias, mercancías con destino al norte de Europa pueden descargarse en Barcelona y continuar su viaje por tierra, ahorrando días de transporte en barco.
Este interés por la sostenibilidad puede verse también en el proyecto Efficiency Network, una marca de calidad que certifica que las compañías que operan en el puerto lo hacen con calidad y transparencia, así como su consolidación como “puerto inteligente” con un sistema automatizado de transporte de contenedores, calculadora de emisiones para elegir el modo de transporte más sostenible y planes de seguridad específicos con los estándares internacionales más exigentes.
Con respecto al tráfico de pasajeros, el puerto tiene unas cifras de 4,1 millones de viajeros anuales, 3 millones de ellos procedentes de cruceros. Esto añade una nueva dificultad al funcionamiento diario del puerto. “En algunos fines de semana de verano, movemos 60.000 turistas desde el puerto a Barcelona”. La conectividad aérea de Barcelona lo convierten en un buen destino para inicio y fin de cruceros, y el puerto está desarrollando diversas iniciativas para reducir la contaminación de estos grandes buques cuando se encuentran en la ciudad.
La capacidad intermodal es uno de los aspectos por el que los Líderes mostraron gran interés. En ese sentido Barcelona, señaló Lluís Paris, cuenta con “la línea ferroviaria más integrada para la distribución directa a Europa y al resto de España: una conexión directa desde el puerto a Europa, a través de la línea de Alta Velocidad, y la posibilidad de mover la carga directamente del barco al tren”.
Pese a esto, el tren todavía no se utiliza mucho, debido en parte a la tendencia de las compañías logísticas de pensar en términos de nación en lugar de continente. A preguntas de Nicholas Hudson sobre posibles soluciones a esta situación, el director comercial del puerto mencionó la posibilidad del corredor mediterráneo. “Barcelona es la segunda mejor terminal de Europa en términos de productividad, al nivel de Hong Kong, por ejemplo. Tenemos que romper la inercia” de las grandes compañías, señaló, para que modifiquen sus rutas, ya que “el transporte marítimo a veces es muy conservador”. Simon Ormsby quiso saber las principales razones para incrementar el transporte de mercancías por ferrocarril. “Mejorar el servicio, reducir la polución de los camiones y la congestión de las carreteras. Además, a partir de cierta distancia el camión ya no resulta rentable”, aseguró Lluís Paris.
Tras la presentación, los Lideres realizaron una visita en barco por todas las zonas y terminales del puerto. Durante la ruta Lluís Paris les explicó el funcionamiento de las diversas áreas, así como el sistema automatizado que utilizan puerto, operadores logísticos y empresas de transportes para agilizar el proceso y aumentar su competitividad.
