Los Líderes analizan oportunidades y desafíos del sector de infraestructuras de transporte en su país
Durante el almuerzo de trabajo celebrado en Madrid con representantes de compañías españolas los Líderes Australianos explicaron los planes de desarrollo de las administraciones australianas. Todos estos planes, indicó Nicholas Hudson, ofrecen “grandes oportunidades de cooperación” entre España y Australia.
Sin embargo, Australia presenta también una serie de desafíos a las empresas extranjeras. Como indicó José Luis Arévalo, director ejecutivo para Asia-Pacífico de Typsa, “queremos ser locales, pero para ser efectivos necesitamos llevar gente y parte de la producción debe venir de donde tenemos la tecnología. En algunos lugares les cuesta aceptar gente de fuera, aunque no tengan los recursos dentro”.
Esto puede deberse, según Jennifer Wiggins, a que la presencia de compañías españolas del sector es “relativamente reciente” en Australia, que durante años “estuvo dominada por las industrias locales”. Pese a todo, señaló José Luis Arévalo, "en general no hay muchos problemas" de este tipo.
A su vez, Manuel González, director general de SICE Australia, advirtió de que “los procesos de diseño en Australia tienen un alto coste en tiempo y recursos. Las empresas que quieran trabajar en el país deben tener claro que el diseño y las pruebas son fundamentales. Si lo entienden así, no hay problema para trabajar en el país”. Para Richard Sellers, sólo es cuestión de que las compañías se adapten a la legislación local: “si hemos podido trabajar con compañías extranjeras en otros sectores, no hay motivo por el que no podamos hacerlo en infraestructuras”, aseguró.
Los participantes españoles señalaron también las estrictas leyes de inmigración australianas como un problema a la hora de trasladar rápidamente personal especializado. “Somos conscientes de ese problema”, aseguró la representante de Austrade Elena Laburu, “y se lo decimos al Gobierno del país. Los principales problemas para las empresas extranjeras son, aparte de la dificultad para conseguir visados, el alto coste de vida y una normativa muy estricta”.
