La medida se llevará a cabo tras la polémica por la adjudicación del puerto de Darwin a una compañía china
El gobierno de Australia reforzará a partir del 31 de marzo el escrutinio a la venta de infraestructuras estatales a inversores extranjeros. La medida se produce tras la adjudicación del puerto de Darwin, en el norte del país, a una compañía china.
Scott Morrison, Tesorero del gobierno australiano, señaló en un comunicado la necesidad de estudiar “cualquier tipo de riesgo para la seguridad nacional”, aunque matizó que siempre se da la bienvenida a las inversiones extranjeras. La medida se aplicará a inversiones que superen los 250 millones de dólares australianos (alrededor de 170 millones de euros).
El puerto de Darwin fue adjudicado por 99 años a la compañía china Landbridge, vinculada, según informarion medios australianos, al Partido Comunista Chino y al Ejército Popular. La adjudicación fue criticada asimismo por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuya armada utiliza el puerto como base de operaciones.
La nueva medida del Tesoro australiano se aplicará a operaciones próximas como los puertos de Melbourne y Fremantle, Ausgrid o la eléctrica Endeavour NSW.