Minería, manufacturas y salud fueron las industrias que impulsaron el crecimiento.
Fuentes oficiales informaron hoy de este crecimiento, ligeramente inferior del esperado por los pronósticos de los expertos, que lo situaban en el 0,6. Si la economía australiana mantiene el ritmo del último trimestre, se prevé que el PIB crecerá solamente un dos por ciento el próximo año. Las predicciones auguraban un crecimiento del 3,25.
El dato refleja la desaceleración económica que está viviendo Australia, más rápida de lo que se esperaba y que viene acompañada de una fuerte reducción del gasto público. Tras conocerse estos datos, la cotización de la divisa australiana se mantuvo en un 104,75 centavos de dólar estadounidense.
Con este resultado trimestral, el crecimiento anual hasta septiembre fue de 3,1%, según datos aportados por la Oficina Australiana de Estadísticas (ABS).