Los desafíos para Australia y Europa, analizados por los participantes
El terrorismo internacional y la política de defensa de Estados Unidos son los temas de seguridad comunes a Australia y a la Unión Europea, según se desprendió de la segunda sesión del “Diálogo España-Australia. Reflexiones ante un mundo cambiante”.
La mesa redonda tuvo como moderador al director general de política para América del Norte, Asia y Pacífico en el ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Fidel Sendagorta.
El tema de la mesa, “Desafíos a la estabilidad y seguridad en Asia-Pacífico y Europa”, fue abordado por los Líderes Australianos Liam Neville (ASPI) y Garth Pratten (SDSC), además del General Enrique de Ayala Marín, analista de Fundación Alternativas, y Fernando Delage, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia de Comillas ICAI-ICADE.
Para los analistas la relación de EEUU tanto con Australia como con Europa atraviesa un momento delicado. Según Garth Pratten “el reto para Australia es distanciarse de Trump pero manteniendo la alianza con EEUU”. Para el profesor del SDSC, en este asunto “lo mejor es esperar y ver qué ocurre”.
En cuanto al tándem EEUU-Europa, el General Enrique de Ayala defendió “preservar la relación transatlántica, aunque no tiene que ser del mismo tipo que ha habido hasta ahora”. La situación actual entre ambos fue establecida tras la Segunda Guerra Mundial, y “las circunstancias han cambiado (…) los intereses de EEUU ya no son los mismos que los de Europa”.
De entre los desafíos que presenta para Australia la seguridad en el Pacífico, Garth Pratten definió como problema más importante el de Corea del Norte, donde confluyen los intereses tanto de China como de Estados Unidos y que Fidel Sendagorta definió en su introducción como “la primera crisis seria a la que podría enfrentarse Donald Trump”. Los ponentes coincidieron en la impredecibilidad que presenta la situación en la península de Corea, tanto por el líder norcoreano, Kim Jong-Un (“un hombre al que no comprendemos”, según Pratten), como por la política exterior de Estados Unidos. Política que, según Fernando Delage parece que “será más convencional de lo que pensamos, pero aún no lo sabemos”. El profesor de Comillas indicó que “ni EEUU ni China se arriesgarán a una confrontación, que sería catastrófica para ambos”.
Por lo que respecta a China, las opiniones coincidieron en que su principal interés es mantener la estabilidad en la región, de modo que el comercio no se vea afectado. Liam Nevill aseguró que para China “lo más importante es la seguridad económica y del interior del país”.
En relación con las tensiones en el mar del Sur de China, el General Enrique de Ayala consideró que la posición de China “no es diferente de lo que hizo el Reino Unido en el Mediterráneo durante el siglo XIX: establecerse en una serie de islas para garantizar el tráfico marítimo”. Para el analista de Fundación Alternativas, con toda seguridad “habrá un acuerdo” para hacer compatible “la libertad de navegación, esencial para el comercio, con la seguridad marítima de China”.
Fernando Delage preguntó a sus colegas australianos por la posibilidad de que, frente a la presión de China, se establezca un triángulo de cooperación entre Australia, Japón e India. Liam Nevill consideró la idea “atractiva” y señaló el interés de Japón por alcanzar acuerdos de seguridad con Australia, pese a los problemas legales que conllevaría. Garth Pratten, por su parte, indicó un interés similar por parte de India, “pero es muy difícil, hay mucha distancia y no nos entendemos mutuamente”.
Durante el turno de preguntas el secretario general de la Fundación, Alonso Dezcallar, quiso conocer la opinión de los panelistas sobre la lucha contra el terrorismo internacional. El consenso general fue la necesidad de combatirlo, incluso por parte de Australia, para cuya integridad no supone una amenaza grave. Las claves de la lucha contra el terrorismo las indicó Enrique de Ayala: a corto plazo, la defensa mediante la cooperación internacional de redes de inteligencia y el intercambio de información. A largo plazo, apoyar a los países de origen en su lucha con adiestramiento policial, ayudas para el crecimiento económico y apoyo a los movimientos democráticos para prevenir el nacimiento de ideologías extremistas.