Especializada en diseño, construcción y mantenimiento de trenes de alta velocidad, el 82% de su negocio procede del mercado internacional
Fundada en 1942, Talgo es una de las compañías líder en el sector del ferrocarril español y está especializada en el diseño, construcción y mantenimiento de trenes de alta velocidad. Durante los últimos 10 años ha intensificado su expansión internacional: el 82% de sus ingresos proceden de los mercados internacionales. La diversificación geográfica sigue siendo una de las prioridades en la estrategia de futuro de Talgo, que contempla Australia como un posible mercado en el que operar.
En las oficinas de Talgo en Madrid, los Líderes se reunieron con Guillermo Martínez Acero, responsable comercial en Países de habla rusa y Australia; Salvador Enrique Vidosa, jefe de proyectos comerciales en Europa y Asia, y Javier Oriol, director de Relación con Inversores y Fernando Puente, responsable de comunicación.
Como explicó a los Líderes Javier Oriol, desde su principio “la compañía se ha involucrado en la innovación”, centrándose “en clientes y países que necesitan reducir costes y mejorar velocidad sin invertir en nuevas infraestructuras”. El elemento diferenciador de Talgo con respecto a otros fabricantes reside en el uso de juegos de dos ruedas en lugar de cuatro, y la distribución del peso de los vehículos en columnas sobre las ruedas, en lugar de estructuras rígidas. Todo esto permite reducir el peso de los coches y el impacto que su paso produce en las vías. El resultado: más velocidad, menor gasto energético, mantenimiento más barato y alta seguridad.
El sistema único de Talgo permitió, por ejemplo, reducir los tiempos de los trayectos en Kazajistán un 38% con respecto a los vehículos anteriores. Casi la totalidad de los trenes actuales del país, noveno más grande del mundo, han sido fabricados por la compañía española.
“Esta es la principal ventaja que podemos ofrecer para Australia”, aseguran en Talgo. “En nuestras simulaciones el trayecto Sídney-Canberra reduce los tiempos en 40 minutos. Podría llegarse a una reducción del tiempo de 55 minutos simplemente cambiando los vagones, ni las vías ni las locomotoras”, lo que supone un gran ahorro en la inversión en infraestructuras.
La visita de los Líderes incluyó también la factoría de Talgo, en la que pudieron observar paso a paso el proceso de fabricación de los trenes, así como su mantenimiento. De hecho, éste es uno de los negocios más importantes de la compañía. La maquinaria especial para mantenimiento de trenes de Talgo no se utiliza únicamente para sus propios vehículos: otras empresas la adquieren para el mantenimiento de su flota.
Finalmente, los Líderes conocieron el interior de uno de los trenes ya finalizados, en su última etapa de revisión antes de ser trasladados a Arabia Saudí, donde realizarán la ruta Medina-La Meca. Este proyecto, una de las obras de ingeniería más complejas y reconocidas de los últimos años, cuenta con la participación de una docena de compañías españolas, entre ellas Indra, OHL, Adif y la propia Talgo.
Resumen de actividades III Programa Líderes Australianos
Como explicó a los Líderes Javier Oriol, desde su principio “la compañía se ha involucrado en la innovación”, centrándose “en clientes y países que necesitan reducir costes y mejorar velocidad sin invertir en nuevas infraestructuras”. El elemento diferenciador de Talgo con respecto a otros fabricantes reside en el uso de juegos de dos ruedas en lugar de cuatro, y la distribución del peso de los vehículos en columnas sobre las ruedas, en lugar de estructuras rígidas. Todo esto permite reducir el peso de los coches y el impacto que su paso produce en las vías. El resultado: más velocidad, menor gasto energético, mantenimiento más barato y alta seguridad.Como explicó a los Líderes Javier Oriol, desde su principio “la compañía se ha involucrado en la innovación”, centrándose “en clientes y países que necesitan reducir costes y mejorar velocidad sin invertir en nuevas infraestructuras”. El elemento diferenciador de Talgo con respecto a otros fabricantes reside en el uso de juegos de dos ruedas en lugar de cuatro, y la distribución del peso de los vehículos en columnas sobre las ruedas, en lugar de estructuras rígidas. Todo esto permite reducir el peso de los coches y el impacto que su paso produce en las vías. El resultado: más velocidad, menor gasto energético, mantenimiento más barato y alta seguridad.
